La mortalidad en pacientes con insuficiencia cardíaca con infarto agudo de miocardio ha mejorado significativamente en los últimos años. Aun así, la mortalidad sigue siendo alta en pacientes con hemodinámica deteriorada y especialmente en aquellos con shock cardiogénico. El lactato sanguíneo es un marcador pronóstico establecido en el choque séptico y en general en pacientes de la unidad de cuidados intensivos. Este estudio tiene como objetivo identificar si la concentración de lactato en sangre podría usarse como un marcador pronóstico en pacientes que presentan IAM con signos de insuficiencia cardíaca pero sin un impacto hemodinámico pronunciado y ausencia de hipotensión.
1260 pacientes con infarto agudo de miocardio que se sometieron a intervenciones coronarias percutáneas se incluyeron en este estudio que se llevó a cabo en un hospital universitario sueco. Los autores evaluaron predictores de mortalidad como el lactato sanguíneo basados en factores clínicos a partir de la revisión de registros de pacientes.
77 pacientes (7%) mostraron signos de insuficiencia cardíaca (Killip II-IV). La mortalidad global a 30 días en pacientes con clase II-IV de Killip fue del 20% (N = 15). En pacientes clasificados con Killip IV (1%), la mortalidad a 30 días fue del 50% (N = 6). En los pacientes con insuficiencia cardíaca leve a moderada (clase Killlip II-III), la mortalidad a los 30 días fue del 14% (N = 9). En pacientes con Killip clase II-III, el lactato ≥ 2,5 mmol / L se asoció con la mortalidad a los 30 días, mientras que la presión arterial sistólica <90 mmHg, la edad, el sexo y el IMC no se asociaron. En pacientes con lactato <2.5 mmol / L, la mortalidad a 30 días fue del 5% (N = 2) mientras que la mortalidad fue del 28% (N = 7) con lactato ≥2.5 mmol / L. Este corte proporcionó información discriminativa sobre la mortalidad a 30 días (área bajo la curva ROC 0.74).
Los autores llegaron a la conclusión de que en pacientes con infarto agudo de miocardio, un nivel de lactato en sangre de más de o igual a 2,5 mmol/l se puede utilizar como un complemento para identificar pacientes con mayor riesgo de muerte a corto plazo, incluso en la ausencia de signos aparentes de shock cardiogénico e hipotensión.
Este estudio fue llevado a cabo por Grunde Gjesdal, Oscar Ö. Braun, J. Gustav Smith, Fredrik Scherstén y Patrik Tydén y se publicó en 2018 por BMC Cardiovascular Disorders con el título original “Blood Lactate is a Predictor of Short-Term Mortality in Patients with Myocardial Infarction Complicated by Heart Failure but Without Cardiogenic Shock”. Gjesdal et al. BMC Cardiovascular Disorders (2018) 18:8
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Blood Lactate is a Predictor of Short-Term Mortality in Patients with Myocardial Infarction
Complicated by Heart Failure but Without Cardiogenic Shock