Para poder tratar y pronosticar la meningitis bacteriana, su diagnóstico es fundamental. Un retraso en el diagnóstico puede acarrear consecuencias muy graves. Las pruebas para el diagnóstico de la meningitis bacteriana carecen de sensibilidad y especificidad, razón por la cual se han empezado a buscar otros biomarcadores.

Actualmente, se considera que el lactato es un buen biomarcador que ayuda a diferenciar la meningitis bacteriana de la aséptica. Su concentración en el líquido cefalorraquídeo depende de su tasa de producción en el cerebro, y es independiente del lactato sérico, y por lo tanto es un indicador válido del metabolismo cerebral.

Este estudio tiene como objetivo evaluar el rendimiento del lactato en líquido cefalorraquídeo como biomarcador de meningitis bacteriana en pacientes atendidos en un hospital colombiano en 2014.

Este estudio restrospectivo de corte transversal evaluó las muestras de 103 pacientes, a quienes se les solicitó: lactato, citoquímico y cultivo bacteriano en líquido cefalorraquídeo.

Para explorar la correlación de los valores de lactato con el recuento de eritrocitos en líquido cefalorraquídeo, se utilizó el coeficiente de correlación de Spearman. En todos los análisis, se consideró significancia estadística con un p < 0,05.

En conclusión, Celis-Galeano et al. confirman que el lactato en líquido cefalorraquídeo puede ser un biomarcador rápido, sensible y específico para distinguir entre meningitis bacteriana y no bacteriana, y podría formar parte del perfil bioquímico de rutina del estudio de líquido cefalorraquídeo cuando se sospecha meningitis bacteriana.

Este estudio fue realizado por Aleida Celis-Galeano, Sigifredo Ospina-Ospina y Gabriela Becerra-Argote y se publicó en el año 2017 en la Revista de la Asociación Colombiana de Infectología (Infectio)

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