Los analizadores portátiles de lactato están evolucionando de forma continua con el fin de mejorar su precisión de resultados y sobre todo con el fin de minimizar los errores derivados del propio usuario, principalmente ligados al proceso de toma de muestra. La obtención de resultados anómalos en el análisis del lactato sanguíneo mediante analizadores portátiles está en la mayor parte de las ocasiones relacionado con la actuación del propio usuario. Aquí se incluyen la incorrecta codificación del analizador en relación al lote de las tiras reactivas, el incorrecto mantenimiento de las tiras reactivas o sensores o su uso una vez superada la fecha de caducidad, el insuficiente volumen de sangre para el llenado de la cámara de reacción de la tira reactiva, la contaminación de la muestra de sangre con el sudor,…

Uno de los avances de los analizadores portátiles de lactato es la disminución del volumen de sangre necesario para realizar las mediciones, que ha disminuido de manera considerable. Desde los 20 microlitros de sangre que utilizaban analizadores de lactato de laboratorio e incluso algún analizador de lactato portátil basado en la fotometría, se ha ido disminuyendo el volumen de muestra y hoy en día los analizadores portátiles de lactato de última generación, cuyo método de análisis es el electroquímico, precisan de un volumen de sangre que oscila entre los 0,2 y los 0,7 microlitros de sangre (entre 30 y 100 veces menos de volumen de sangre en comparación con el Accutrend Plus de Roche, que precisa entre 15 y 50 microlitros de sangre); de esta forma se minimizan los errores derivados del insuficiente volumen de sangre para el análisis. Esta disminución en el volumen de sangre necesario para el análisis supone un avance considerable, pero trae consigo un problema añadido como es el de la contaminación de la muestra, de forma que cualquier mínima contaminación de la sangre por el sudor, alcohol,… va a traer consigo una disminución de la precisión del resultado e incluso un resultado anómalo de lactato sanguíneo.

El sudor, por ejemplo presenta una concentración de lactato mucho más elevada que la de la sangre y puede alterar significativamente el resultado de la medición. También pueden contaminar la muestra de sangre elementos tales como el agua, el suero, el alcohol, las cremas, colonias etc.

Es imprescindible asegurarnos de que la zona donde vamos a realizar la toma de muestra (la yema de los dedos, el lóbulo de la oreja) esté bien limpia. Tras hacer la punción con la lanceta, conviene descartar las dos primeras gotas de sangre para asegurarnos de que no haya ningún tipo de contaminación en la muestra.

Una gran parte de los errores a la hora de realizar un análisis de lactato se deben a errores a la hora de realizar la toma de muestra de sangre, por lo que es de suma importancia realizar el proceso de toma de muestra de manera correcta para asegurarnos de obtener unos resultados precisos.

En el caso del Lactate Plus, el Lactate Scout y el Lak-EN310 ambos disponen de soluciones de control que se utilizan para descartar posibles fallos en los analizadores. En aquellas ocasiones en las que los resultados conseguidos puedan parecer atípicos, utilizaríamos la solución de control en lugar de la sangre para realizar una medición con el analizador portátil de lactato. Si los valores mostrados por el analizador se encuentran entre los valores indicados en la solución de control, significará que el analizador no tiene ninguna anomalía. En estos casos, deberíamos comprobar que las tiras reactivas no están caducadas, que se han almacenado en las condiciones óptimas, y que el procedimiento de toma de muestra ha sido seguido de manera correcta.

Para cualquier información adicional no dudes en contactarnos en info@laktate.com